11/12/10

Sargento Tárdido


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¡No, no! No me he equivocado ni de imagen, ni de nombre, ni de asiento. Claro está que una imagen vale más que novecientas noventa y nueve palabras, y que las apariencias mienten más que parpadean. Pero no es un engaño, les hablo del verdadero Sargento Tárdido. Aquel que combatía como Sargento en el ejército del aire,  y que dejó las armas por una nariz roja y cambió la extrema disciplina por un humor barato y unos cuantos chistes del año catapúm. 
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De Sargento a Payaso. Y todo porque en su última batalla contra los demivires, su avión fue impactado por uno de los torpedos enemigos y cayó sobre un pueblo que había sido bombardeado por su ejército. Salió a duras penas, ileso al fin y al cabo. Nada quedaba allí ya, o eso creía. De repente oyó el llanto de un niño muy cerca. Era una niña pequeña que lloraba desconsoladamente. La intentó animar y reconfortar de alguna manera pero la niña no dejaba de llorar. Tres horas más tarde consiguió hacerla sonreír. En ese instante comprendió muchas cosas. Comprendió por una parte lo gratificante que era hacer reír a la gente aún cuando todo estuviera oscuro, y  por otra parte entendió que en toda guerra siempre había inocentes que pagaban justos por pecadores. Desde aquel mismo momento algo cambió en Tárdido.
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3 trastos:

Patty Rain dijo...

es precioso :)

Sir Álvert dijo...

Gracias!!!

Darka Treake dijo...

jejeje
genial historia con moraleja.
Y el sargento, increíble.
me encanaría aprender a modelar!!


Sigue haciéndolo!
Darka.